Estrés y ansiedad, de lo normal a lo patológico

El estrés moderado nos activa y nos ayuda a reaccionar ante diversas circunstancias de la vida, pero cuando la demanda supera nuestras capacidades (o sentimos que las supera) se convierte en una sobrecarga con la que no es fácil convivir.

Por qué es tan importante reducir el estrés y la ansiedad

El estrés continuado provoca síntomas físicos como el insomnio o el dolor de cabeza.  Además, también tiene consecuencias negativas para nuestro organismo: contracturas, bruxismo, infecciones, sobrepeso o mayor riesgo de infarto son algunas de ellas.

La ansiedad produce sensaciones de pérdida de control, malestar, tensión y angustia. A ellas se sumas la percepción de síntomas fisiológicos que alteran la frecuencia cardíaca, la respiración, la sudoración, la digestión o incluso la temperatura corporal. Es una afección que puede llegar a impedirnos trabajar y llevar una vida normal.

A continuación te ofrecemos unas pautas que te ayudarán a disminuir la sensación de estrés y ansiedad:

1- Refuerza la autoestima

Reconociendo lo que hacemos bien y analizando la forma de mejorar cuando actuamos mal. Evita pensamientos negativos como “no valgo para nada” o “nunca lo voy a conseguir”.

2- Aprende a ser asertivo

Defender nuestras necesidades respetando las de los demás es la clave para reducir el estrés. Decir no, cuando no podemos o no queremos hacer algo, contribuye a nuestro bienestar.

3- Relativiza los problemas

Si caemos en la inercia de irritarnos o enfadarnos ante cualquier pequeño inconveniente, nuestro estado de ánimo estará siempre alterado

4- Practica Mindfulness y relajación

El mindfulness se centra en la autorregulación de la atención y la orientación de la experiencia con curiosidad y aceptación. Cualquier hora es buena para dedicarnos unos minutos de respiración profunda, salir a dar un paseo o escuchar nuestra canción favorita.

5- Sigue hábitos de vida saludables

Una alimentación saludable, hacer ejercicio, dormir las horas suficientes o evitar la cafeína también sirven para reducir el estrés.

6- Cuenta con ayuda profesional

La línea que separa el estrés o la ansiedad necesarios para sortear las dificultades del día a día, de un estrés crónico o un trastorno de ansiedad, es muy fina y difusa. Llegados a ese punto, los especialistas nos indicarán la terapia más adecuada.