La desmotivación puede tener varias caras. Hay que saber reconocer cada una de ellas para poner la solución adecuada
• Tienes miedo a una situación concreta. Eso hace que te paralices y que no sepas cómo afrontarlo. Gracias a las pautas que te ofrecen los especialistas, puedes superar las adversidades a las que te tienes que enfrentar en la vida.
• Eliges mal los objetivos a alcanzar. Hay que ser realista con los objetivos que te planteas, bien sean laborales, sociales o familiares. Puedes llegar hasta cierto limite y, a partir de ahí, ir avanzando. No intentes conseguirlo todo de golpe.
• Estás confuso. La desmotivación puede venir causada por no saber qué es lo que realmente quieres. Es necesario madurar de manera realista los objetivos que deseas alcanzar.
• Sufres un conflicto de intereses. A la hora de proponerte metas, asegúrate de que para alcanzarlas no te tendrás que saltar ningún valor importante en tu vida. Eso puede hacer que no le pongas interés y que te sientas frustrado.
• No tienes ningún reto que te motive. Carecer de alicientes que te empujen a la consecución de un objetivo alimenta la desmotivación. Ante cualquier nueva actividad o proyecto, márcate un logro a conseguir aunque sea pequeño.
• Aparecen las dudas. Cuando nos enfrentamos a un cambio, surgen las dudas. Estas pueden activarte y ayudarte a realizar una determinada tarea o proyecto, o te pueden inmovilizar y paralizar. Pide ayuda a las personas que puedan asesorarte en el proceso de cambio para que te sientas bien y puedas dar lo mejor de ti mismo.
La motivación es el motor de tu día a día. Busca objetivos realistasy evita todo aquello que te impida conseguirlos.
Lo más importante es saber manejar nuestras emociones, ya que pueden influir en nuestra salud física y psíquica. Para evitar que el estrés emocional nos sobrepase y alcanzar una “tranquilidad vital” es necesario detectar las causas de nuestra desmotivación e intentar sobreponerse a ellas:
- Utiliza los signos externos para saber que tienes estrés: aceleración del pulso, boca seca, dolor de estómago, tensión muscular…
- Verbaliza lo que te pasa. Así podrás identificarlo y comentarlo con un especialista si lo necesitas.
- Evita cualquier situación que active tu estrés y prepárate para afrontarlo.
- No magnifiques los problemas. Para y piensa qué es lo que te produce estrés emocional.
- Cuando veas que llega una situación de estrés, combátela haciendo otra cosa. Eso te distraerá.
- Acude a tus familiares y amigos. Ellos te ayudarán a afrontar el problema.
- Recurre a técnicas de relajación. Te permitirán actuar con mayor tranquilidad.
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