Nuestros cuerpos fueron diseñados para aprovechar el sol y todos sus beneficios, aunque la exposición solar puede también entrañar peligros

La luz solar ayuda a mantener nuestros patrones de sueño ordenadamente y que podamos permanecer despiertos durante el día y dormir profundamente por la noche. La luz solar también ayuda a que la piel produzca vitamina D, que es necesaria, entre otras cosas, para la función normal de los huesos. 
Sin embargo, una excesiva exposición solar puede causar daño en la piel causando enrojecimiento (eritema), quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel o incluso la aparición de cáncer de piel o melanoma.

Desde Seguridad y Salud Laboral queremos daros unos breves consejos para que la exposición solar se haga sin peligros:

Tome el sol de manera gradual y evite la exposición prolongada, especialmente en las horas centrales del día (entre 12h y 16h).
Use cremas en cara y cuerpo con alto índice de protección solar, aplicándola media hora antes de la exposición y renovándola con frecuencia (cada dos horas, cada vez que salgas del agua o cuando haya una sudoración profusa).
Protéjase también cuando esté dentro del agua o debajo de la sombrilla y no olvide usar gafas de calidad para proteger tus ojos así como sombrero para la cabeza y ropa de algodón o tejido cerrado.
Aumente la ingesta de líquidos. Beba unos 2-3 litros al día de agua para compensar la pérdida de agua debida a la exposición solar.
Evite el uso de productos que contengan alcohol (perfumes, desodorantes…) pues pueden producir manchas en la piel.
Recuerde que no tener calor no implica que no se pueda producir una quemadura solar y que el hecho de que haya nubes no evita la exposición a la radiación ultravioleta causante de las quemaduras.

En caso de quemadura solar:

Realice baños refrescantes o coloque paños humedecidos con agua fría.
Mantenga limpia la piel y no aplique antisépticos. En caso de enrojecimiento puede aplicar una crema específica para quemaduras.
Si sale una ampolla no la rompa, cubra el área con una gasa para prevenir infecciones.
En caso de presentar fiebre u otra sintomatología como náuseas, mareos…consulte con un profesional médico.
Tome paracetamol o ibuprofeno para aliviar las molestias, el dolor de cabeza y la fiebre.