Edentulismo, ¿por qué nuestros mayores pierden sus dientes?

Edentulismo, ¿por qué nuestros mayores pierden sus dientes?
07.08.2017
Edentulismo, ¿por qué nuestros mayores pierden sus dientes?

Ir perdiendo dientes es un problema que afecta a la calidad de vida a medida que vamos envejeciendo, pero no sólo se trata de un problema que sufren los mayores, también puede darse en personas en la edad adulta. La pérdida parcial o total de piezas dentales, conocida como edentulismo, es un trastorno que va más allá de la cuestión estética, puesto que puede alterar la forma de cerrar la boca o, incluso, afectar a la hora de masticar.

Aunque este trastorno se ha reducido en las últimas décadas, persiste una proporción de individuos afectados en las sociedades de todo el mundo, caracterizadas de manera general por envejecimiento de la población, según la Federación Internacional Dental(FDI, por sus siglas en inglés). Así, los expertos prevén que el edentulismo afectará a personas de todos los países.

 

Causas de la pérdida de dientes

La pérdida de dientes puede tener una causa congénita o adquirida y darse en personas de ambos sexos. Aunque no se ha demostrado una relación causal, el edentulismo suele coexistir con malas condiciones de salud. Los principales motivos del edentulismo parcial o total son:

Mala higiene bucal.
Caries.
Enfermedad periodontal.
Accidentes o traumatismos.

Por ello, la mejor manera de prevenir la pérdida de dientes es tener una buena higiene bucodental, con cepillado diario tres veces al día -dedicándole más tiempo antes de acostarse- o después de cada comida, complementado con el uso de la seda, los cepillos interdentales y/o el enjuague bucal. Además de visitar una vez al año al dentista, hay que acudir al odontólogo ante el inicio de cualquier problema.

 

Problemas de la pérdida de dientes

A rasgos generales, la pérdida de dientes va seguida de reabsorción progresiva y remodelación del hueso, el movimiento de los dientes colindantes con el que se ha caído hacia el hueco que ha dejado éste y un cierre -oclusión- diferente de la boca, con posible maloclusión entre los dientes superiores e inferiores. La movilidad del diente es el indicador principal de que se está produciendo una pérdida del hueso que sujeta el diente y que se trata de una situación en la que el diente puede desprenderse.

La remodelación del hueso para adaptarse a la falta de dientes pasa por tres fases: activación -a nivel de la superficie laminar ósea-, reabsorción -las células encargadas de la degradación, reabsorción y remodelación de huesos (osteoclastos) se adhieren a la superficie ósea- y formación -las células mesenquimales locales se diferencian en osteoblastos, se crea la matriz orgánica y comienza la mineralización, formándose hueso.

Todos estos cambios pueden llevar a alteraciones en el habla, a la hora de masticar la comida y en la articulación de la mandíbula, además de problemas estéticos, como envejecimiento precoz del rostro o mayor prominencia de la mandíbula inferior sobre el maxilar superior (pseudoprognatismo), entre otros muchos, incidiendo negativamente en la autoestima del afectado.

Más grave aún supone la relación que detectó un estudio hecho público en marzo en ‘American Journal of the American Heart Association’: la pérdida de dientes y la enfermedad de las encías pueden estar vinculadas con mayor riesgo de muerte en mujeres posmenopáusicas. La historia de enfermedad periodontal se asoció con un 12 por ciento más de riesgo de muerte por cualquier causa y la pérdida de todos los dientes, con un 17 por ciento más de riesgo de morir.

Sus autores, un equipo de investigadores de la Universidad de Búfalo, en Nueva York, Estados Unidos, apuntan que estos trastornos –el edentulismo y la gingivitis o enfermedad periodontal– además de tener un impacto en la función oral y los hábitos alimenticios, es posible que estén vinculadas con patologías crónicas del envejecimiento.

Además de impactar en la función oral cotidiana y en las interacciones sociales, la pérdida total de dientes resulta difícil de aceptar, por lo que los odontólogos deben también preparar psicológicamente a los pacientes cuando tienen que extraerles algún diente, según se refleja en la declaración de principios de la FDI, aprobada en asamblea en 2009.

 

Tratamientos para reducir el impacto del edentulismo

A medida que avanza la medicina y se desarrollan nuevas herramientas, los trastornos dentales cuentan con un mayor abanico de opciones de tratamiento y/o reparaciones de los problemas:

 

  • Entre los tratamientos más utilizados para gestionar esta patología están los implantesdentales para sustituir a las piezas caídas y ocupar el espacio que ha quedado libre, evitando así el desarrollo de deformidades. Estos implantes necesitan, al igual que los dientes naturales, una buena higiene bucodental. El alcohol, el café o el tabaco pueden resultar perjudiciales.
  • Puentes: son prótesis dentales fijas que se emplean para sustituir una o más piezas dentales para rellenar el hueco existente, que se unen a los dientes naturales o a implantes dentales vecinos.
  • Dentadura postiza: su uso puede mejorar el bienestar general y las funciones bucodentales de los pacientes edéntulos. Hay que tener en cuenta que este tipo de dispositivos alteran o limitan las opciones alimenticias de los pacientes, por lo que es posible que su ingesta nutricional se vea mermada o sea inferior a la del resto de la población. Por ello, deberá adaptarse la dieta a la nueva situación.
  • Sobredentaduras: se trata de un tipo de dentaduras que se anclan sobre entre dos a cuatro implantes para mejorar su sujeción, apoyo, retención y estabilidad. Aportan beneficios psicosociales, estructurales y funcionales.

 

Fuente: Marta Hualde

Categorías Sanitas; Salud;

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