El agua, más horas de luz y más tiempo al aire libre son los grandes aliados para la práctica deportiva durante el periodo estival.
LA NATACIÓN:
Las actividades físicas en el agua nos ayudan a fortalecer nuestros músculos y a desarrollar nuestra capacidad pulmonar y cardiovascular.
Algunas ventajas de la natación: puede ser practicada por la mayoría de las personas y conlleva enormes beneficios para la salud. Ayuda a controlar la presión arterial, permite el desarrollo de la mayoría de los músculos del cuerpo y fortalece los tejidos articulares, lo que permite prevenir posibles lesiones.
La piscina es una gran aliada para los mayores, las personas con sobrepeso, con osteoporosis o en fases iniciales de rehabilitación. Permite realizar múltiples ejercicios que tienen un bajo impacto sobre las articulaciones. Además, el peso corporal se reduce dentro del agua, lo que favorece la movilidad y la elasticidad.
Siempre hay que tener en cuenta las fases principales de una rutina de ejercicios:
- Calentamiento con ejercicios suaves, estiramientos y movimientos de las articulaciones.
- Finalizar siempre con un apartado dedicado a los estiramientos para reducir el riesgo de lesiones, mejorar nuestra postura y atenuar el posible dolor muscular.
EL PRINCIPAL RETO: Cuidarse del sol y de las altas temperaturas.
Las altas temperaturas y los rayos ultravioleta pueden jugar en contra de los deportistas si no se tienen las siguientes precauciones:
Para contrarrestar sus efectos negativos, es recomendable reducir el número de horas y la intensidad de la rutina de ejercicios.
Aunque hay que aprovechar los recintos al aire libre, se recomienda evitar la exposición directa al sol y dar preferencia a los lugares que tengan sombra.
Lo ideal es ejercitarse durante las primeras horas del día o las últimas, momento en el que las temperaturas son más bajas y los rayos ultravioleta menos dañinos para la piel y el organismo en general.
La ropa deportiva del verano debe estar hecha de un material ligero y transpirable, que permita eliminar el calor generado con el ejercicio. También es indispensable usar una gorra, gafas de sol y protector solar.
Hay que reponer los líquidos con regularidad durante la práctica deportiva. También, se recomienda refrescar el cuerpo con agua para ayudar a disminuir la temperatura corporal.
Por último, e igual que durante todo el año, es importante vigilar la dieta, la mediterránea es la más saludable.
Como recomendación especial te proponemos intentar evitar la sal, las especias y aumentar la ingesta de líquidos, antes, durante y después de la práctica del ejercicio.
Comentarios