Entrenar por sensaciones es controlar la intensidad del esfuerzo momentáneo que pongamos en ello al guiar el entrenamiento de carrera en función de cuanto de duro lo estamos percibiendo. Estas sensaciones se corresponden con respuestas fisiológicas objetivas tipo al aumento de temperatura corporal, aumento de las pulsaciones cardiacas, frecuencia respiratoria, etc.
A través de estas sensaciones el cerebro “aprende” en qué punto de intensidad estamos respecto a nuestras máximas posibilidades. Los momentos aconsejables para entrenar por sensaciones es al principio de una pretemporada después de un parón.
De la misma forma, el cerebro, en función de esas sensaciones de esfuerzo, sabe estimar el tiempo aproximado que seremos de sostener el esfuerzo en el que nos encontramos.
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